En uno de esos fines de semana donde la buena vibra de los panas (amigos) y el espectacular clima se juntaron para visitar una de las playas dentro de la costa del Estado Miranda que más me han gustado. Ese día fuimos a Playa Caracolito, un lugar de aguas cristalinas y una temperatura más que agradable, sinceramente como para no querer salir del agua. La imagen que precede este artículo la tome mientras estábamos de vuelta al muelle de Chirimena, en uno de esos atardeceres que logran ponernos el corazón chiquitico y del cual nos hace sentir orgullosos de haber nacido en esta tierra.