La vida está llena de situaciones que creemos tan comunes, tendemos a reconocer como cosas normales del día a día. En medio de esa mal llamada cotidianidad, olvidamos reconocer cosas fabulosas, actitudes, relaciones, emociones; pero quizás lo que más nos llama la atención siempre es reconocer actitudes particulares en nuestras mascotas o como suelo llamarles, bendiciones del cosmos que llegan a nuestras vidas.

Luego de haber leído un poco y conversado con diversos amigos el significado de lo que representa tener una mascota, me cuentan que ellos son quienes nos han de elegir a nosotros, especialmente los gatos. Pues así llego nuestro gato a casa, pertenecía a la hija de un vecino pero por cosas del destino el eligió vivir en la casa donde yo vivo, con un maullido bastante fuerte para hacerse notar, su delicadeza para pedir una caricia es perfectamente identificable, no ronronea, pero lo hace maullado, es demasiada la emoción que se siente cuando él te lo pide así. De personalidad muy marcada, haciendo énfasis en lo que desea firmemente, a Silvestre no le falta nada para comunicarse con nosotros, teniendo en cuenta que no tienen un método de comunicación hablado como nosotros, nos hizo recordar que no se necesitan las palabras para expresar  el amor que siente por quienes comparten con nosotros esta vida.

Así es mi gato, dispuesto a todo, lleno de magia y de una sabiduría enorme a la hora de emprender la búsqueda de lo que desea, ¡amor incondicional!