En la multitud de oportunidades en las que he fotografiado los atardeceres, pocas veces se sentía tan sabroso como este momento. Un año que finalizaba, un año movido y más movido era el que se venia. No se como describirlo, pero es algo que me gustaría repetir tantas veces como me sea posible, tanto así que me lo he propuesto este año de nuevo. Quizás cada una de las cosas que suceden a mi alrededor tienen un significado más allá de su comprensión. Me daré a la tarea de sentir más y pensar menos.