Estando de vacaciones en Austria y luego de un merecido descanso para recobrar algo de energías, decidimos ponernos en marcha para respirar algo de aire fresco junto a mis sobrinos. Luego de haber recorrido un sendero de poca dificulta, nos encontramos junto a un lago artificial construido en la ladera de la montaña.
El día estaba espectacularmente claro, estaba todo tan verde y limpio que provocaba quedarse allí todo el día. Justo antes de comenzar a tirar piedras al agua para jugar un poco junto a mis sobrinos, me doy cuenta de una pequeña pareja que compartía y disfrutaba del lugar como nosotros, salvo ellos se encontraban en una banca al borde de la ladera con una vista envidiable, montañas con picos nevados y una brisa fresca, un lugar perfecto para sentir la naturaleza y admirarla en todo su esplendor.