Aprovechando la visita de mi familia y algo necesitados de sol y arena, nos fuimos hasta la costa del estado Falcón, específicamente en el Parque Nacional Morrocoy. Fue un fin de semana genial, lleno de sonrisas, un clima estupendo y una compañía difícil de mejorar. Entre cervezas y un cálido sol me encuentro conversando con mi cuñado, en referencia la notable diferencia en el clima que hacía en ese instante, respecto a lugar donde ellos residen, sin duda alguna, era el momento más que perfecto para pasarla bien. Soy de los que cree que la naturaleza nos brinda de todo lo necesario para ser feliz , en especial si lo que queremos es sensibilizarnos en cuanto ver el mundo desde una perspectiva diferente, donde el sentirte pequeño no es sinónimo de debilidad, sino de percibir la sensación de estar bajo protección, así sentí esa imagen, así la guarde en mi memoria y la comparto con ustedes.