La naturaleza nos brinda infinitas oportunidades para comprender procesos y estados del ser, en muchas oportunidades la forma como lo logra es bastante sublime , en otras es simplemente extremista. La manera de relacionamos con ella determina el nivel de comprensión interna de nuestros principios más íntimos, el constante stress de la vida citadina nos hace olvidar esa relación. Intentamos vivir siempre a la velocidad de la luz, sin descanso para la contemplación, creemos ciegamente que estamos en una constante carrera por sobrevivir, cuando la verdadera razón de nuestra existencia es experimentar. No hay motivos para querer saltarnos etapas de la vida, aunque a veces es lo que más provoca, en especial cuando estas son del tipo turbulentas y/o desagradables, pero son estas oportunidades donde podemos experimentar a plenitud ese poder de elegir nuestro camino.
Amo la fotografía por variadas razones, pero especialmente por permitirme el observar el mundo como pocas veces podemos, la manera como me relaciono con ella me ha permitido interactuar con la naturaleza de una manera muy distinta, me dejo llevar por sus pequeños detalles, por su equilibrio. Nutro mi mente con su energía renovadora e intento recordar siempre que, La vida es un proceso constante de adaptación a los cambios.