De las estaciones del año que mas me han gustado por la tonalidad de su luz ha sido el otoño. En una de esas visitas a tierras teutonas durante unas merecidas vacaciones me topo con una ciudad colorida, una mezcla de tonos amarillos, rojos y naranjas como pocas veces había visto. Mientras nos dirigíamos a Garmish para una caminata en familia, nos regalaron este día fabuloso, una antesala de lo que podríamos ver en nuestra travesía.