Hay momentos donde la naturaleza bendice de manera particular la estadía en un lugar. Luego de recorrer un sendero y haber tomado las pausas correspondientes el sol brillo por entre los arboles y se dio paso entre las nubes, para bañarnos con su reconfortante calor. Así fue el día en el que la visita a picacho de galipan, el cosmos felicito a la compañera de esa ruta, regalándonos un atardecer para el recuerdo.