Luego de haber pasado algo de frío en tierras teutonas, el calor de mi tierra no podía hacerse esperar, aprovechando el fin de semana de previo a unos dias festivos y con especial atención celebrar el cumpleaños de mi hermano, decidimos ir al estado Falcón a disfrutar de sus playas, su sol y su gente. El día previo había transcurrido sin mayores expectativas, salvo el pasar un rato agradable entre familia y amigos. El día estuvo fabuloso, comenzó con las respectivas empanadas de cazón recién hechas, y la jornada fotográfica se abrió en los manglares del parque nacional Morrocoy, mientras esperabamos que el grupo se integrará. De alli nos trasladamos hasta el cayo Las Animas, donde fuimos recibidos por una playa desierta de arena blanca y aguas azul turquesa, que contrastado con el cielo y sus nubes en diferentes altitudes, hacían de la escena algo idílico y recordando especialmente a una amiga fotógrafa con quien hablo sobre el azul de nuestra tierra.