Luego de haber estado un tiempo alejado de este espacio por razones técnicas, me encuentro con muchas cosas por contar, en especial el haber comenzado a transitar el camino que mi alma conoce y que muy ansiosa está dispuesta a recordar. Durante un fin de semana lleno de gente maravillosa, compartimos un conjunto de actividades que aunque se reconocía como un fin, realmente fue el comienzo de un nuevo ciclo, un ciclo donde a lo que llamamos cotidiano se vuelve maravilloso, donde cada detalle, cada oportunidad, cada situación, nos invita a conocernos y a experimentarnos como aquellos seres que siempre hemos querido ser, pero que en algún momento comenzamos a olvidar. En lo particular, esta actividad puedo considerarla como un salto a la vida, un salto a reconocer que somos un todo, que somos parte de cada una de las cosas que nos rodean y que en virtud de esto, infinitas gracias quiero expresar a todos los que de alguna forma u otra han contribuido a ser quien soy hoy, en especial a mis padres y mis hermanos, los amo infinitamente. La imagen que titula esta publicación, me ayuda a comprender con mayor facilidad lo maravilloso que es estar aquí, lo feliz que me siento haciendo estas imágenes y lo fabuloso que se siente poder compartir un pedacito de mi a través de estas. Estas imágenes fueron tomadas durante el trabajo de  Reconexión Integral que lidera mi amiga Yelitze Rangel @YelitzeRangel y al cual asisti gracias a la invitación de mi bella Yeni Perez @yenisobeidaa quien debo agradecer enormemente por ser tan especial para mí.